La noche estaba oscura, el aire olía a humedad, la carretera apenas era visible. Los faros del auto se abrían paso por aquella nebulosidad. Él divagaba mientras conducía.

Pensaba en la última relación que había tenido… un total fracaso. Se preguntaba si algún día conocería a la mujer indicada para entregarle todo aquello que estaba en su interior y que nunca había tenido la oportunidad de demostrar. Sus pensamientos lo absorbían mientras sentía esa soledad en el cuerpo; hacía frío, pero él lo sentía más dentro de sí.

De pronto, se dio cuenta de aquel auto que estaba parado a la orilla de la vía. La lluvia había comenzado a caer con fuerza inusitada, los relámpagos iluminaron una silueta femenina inclinada sobre el motor del vehículo. Aplicó el freno sin pensarlo dos veces, se apeó del auto y caminó resuelto hacia ella; las gotas frías de la lluvia lo hicieron estremecer. Al acercarse notó que ella estaba empapada, de seguro estaba afuera desde que comenzó a caer la tormenta.

Ella lo miró, la luz de un relámpago iluminó brevemente su rostro. Era atractiva, su tez morena y rasgos latinos le daban una belleza singular, él preguntó en perfecto alemán: “Ich Ihnen helfen?” ella lo miró y dijo: “disculpa sólo hablo español”. Él sonrió y titubeante repitió: “¿le puedo ayudar?, ella rió al tiempo que dijo: “gracias a Dios hablas español, el auto se averió, podrías intentar repararlo”. Ese primer contacto pareció hacerlos olvidar todo, no les importo la lluvia, ni sintieron el frio de la noche, sólo parecía que existieran ellos dos. Al instante se sintieron intensamente atraídos.

Él se inclinó, miró el motor y revisó cada parte intentando repararlo; sintió la mirada de aquella chica sobre sí, el corazón le latía con fuerza y un ligero temblor se apoderó de su espina dorsal, con disimulo recorrió el rostro y cada detalle de aquel cuerpo mojado y tembloroso.

Ella sentía que la lluvia penetraba todo su ser, pero notó que un rico calor le subía por el vientre mientras admiraba a ese hombre alto, rubio y bien parecido. Sentía como si lo conociera de toda la vida.

Aquel movimiento pareció surgir al mismo tiempo, ambos sonrieron y se acercaron uno al otro; él la tomo del hombro e intento llevarla dentro del auto, ella se dejó conducir dócilmente. En ese instante estalló un relámpago impresionante iluminando todo el campo, la lluvia arreció e instintivamente ella se abrazó al hombre, ese leve contacto pareció desencadenar una nueva tormenta, pero ésta fue intempestiva y apremiante, se desató con la furia de pasiones contenidas, una corriente eléctrica traspasó ambos cuerpos haciéndolos estremecer de placer, las bocas se buscaron con avidez, deseando beber de un sorbo toda aquella miel embriagadora.

Las manos, ágiles y rápidas, volaban acariciando, apretando, explorando, deseando. Los labios se deslizaban saboreando, degustando, devorando cada pulgada de piel. La lengua de cada uno lamía, percibía… se enredaban en un frenesí de locura, placer y deseo.

Sus cuerpos ya no les pertenecían, sólo respondían ante el primitivo impulso de ser saciados; sus mentes no racionaban, se encontraban desarmadas ante aquel torbellino de pasión desenfrenada… como aquella tormenta, sin más razón que la naturaleza arrebatada.

La puso de espaldas a él, con una mano bajo el capo de auto, la inclinó, metió las manos debajo de su falda… la sintió estremecer, esa reacción avivó el deseo, lentamente la despojó de aquella prenda tan intima, se acuclilló deslizando las bragas con suavidad, ella levanto alternadamente los pies para dejar que la prenda fuera retirada. Él miró aquellas piernas que terminaban en el paraíso, sintió agolpar su sangre; sus manos recorrieron aquel camino a la tentación, su lengua lamía, saboreaba aquel manjar donde las gotas de agua se deslizaban formando minúsculos arroyuelos; ella gemía, a cada lengüetazo sus piernas se separaban lentamente, mientras las manos de él subían enrollando su falda, dejando al descubierto aquel templo al cual él quería entrar y perderse dentro irremediablemente…

Se levantó y besó su nuca, acarició su espalda y le dijo al oído: “ardo en deseos de mojarme en ti”. Ella se sintió desfallecer, él la sostuvo por la cintura mientras se amoldaba a ella; su virilidad luchaba por escapar de su prisión, con una mano acariciaba su pecho mientras que con la otra liberaba su virilidad; ella suspiraba, temblaba, deseaba, anhelaba sentirse plena, llena, complementada con aquel hombre que la hacía perder la cabeza...

Lentamente penetró aquel templo cálido, húmedo, delicioso, los gemidos se confundieron en uno solo; sus movimientos se acoplaron en un rítmico vaivén, era una entrega de fuego y pasión; los movimientos se hicieron más rápidos y fuertes, los dos se sentían estallar en un mar tempestuoso y embravecido, una mezcla de fuego abrasador y relámpagos centellantes. Los cuerpos se estremecieron al unisonó, los músculos se tensaron y los gemidos eran como truenos en la noche...

En un instante el mundo pareció detenerse, en sus rostros se dibujo una expresión de placer y lujuria, en aquel preciso instante, sus cuerpos estallaron en una oleada de placer orgásmico que los transporto al paraíso. Así como la calma se hace después de una gran tormenta, así volvió la cordura a ellos, con suavidad él la tomo y la hizo girar, ella se abrazo a su cintura, con voz baja casi en un suspiro él le dijo: “Te vi y… te amé”.


Como bien saben quienes hacen el favor de visitar este Blog al igual que La Cueva de Brujas, La Gran Bruja Reina ha marcado con su dedo índice izquierdo la suerte de tres personas (bruja, hechicera y pitonisa) para ser entrevistadas, la infelices ganadoras fueron Laly, LaRa y la siempre sensual Lexy, así que, directo al lío.

El asunto se resume en que todos los visitantes a este rincón donde se le rinde tributo a la sensualidad y al erotismo en su más sublime expresión, sí, ustedes, tendrán el honor de realizarle una MORBO ENTREVISTA a nuestra queridísima escritora estrella: Lexy.

Así que, entrados en confianza, pregunten, pregunten, pregunten… No se aplicará censura, sólo haremos uso de nuestro propio y personal criterio.

× Si fuiste el elegido (Blog Star), deberás explicar la dinámica en tu blog de esta MorboEntrevista. (Realizado en los 3 primeros párrafos.)

× Todos los Bloggers que lean tu blog podrán lanzar TODAS, léase, entiéndase y compréndase bien: TODAS las cuestiones morbosas que quieran hacerle.

× De todas las interpelaciones hechas, el Blog Star se reserva el derecho de contestar sólo 15 o todas. Lo que ella decida al momento. Más no olviden la regla de oro: siempre que le dé su real gana de hacerlo y no la comprometa en nada.

× Deberá resolverlas con la pura verdad, aunque le duela. (La única censura permitida será la de ella misma)

× Los Bloggers tendrán 48 horas para dejar sus preguntas, mediante comentarios. Después de ese tiempo, el Blog Star cerrará la convocatoria. (Fecha límite el miércoles 23 de septiembre de 2009)

× Las respuestas a sus preguntas serán publicadas en el transcurso de la semana siguiente, en un post especial para tal fin. En ese momento, nuestra querida, amada y respetada encuestada, expone a los próximos Blog Star que deberán continuar con esta distinguida selección.

Así que… aprovechen, y sacíen su curiosidad respecto a todo lo que han querido saber, pero no se han atrevido a preguntar… xD


Hoy puedo decir, que ha llegado el tiempo de contar mis sueños, sueños eróticos con la mujer que amo.

Llega la noche, noches que son deseadas a más no poder, anhelo decirle al oído a mi chica: “mami te deseo” y no poder hacerlo por muchas circunstancias… es frustrante. Cada minuto que transcurre aguantas, aguantas tanto, que tu sangre empieza a hervir conmocionándote. Deseando estar con ella, y, sólo con la mirada, desnudarla, para entregarme todo a ella…

La distancia nos juega, de una manera que, cada vez queremos más y más entregarnos al deseo de amarnos. Al sentir deseos de estar con mi chica, cierro los ojos, dejándome dormir, es ahí, cuando mi mente se entrega en la resonancia del amor perdido. Mi espíritu siente con mis pensamientos y sueña con mis sentimientos. Ahora son los pensamientos del más allá.

Mientras mi chica se acerca a mí en nieblas, que a poco a poco el brillo de mis sueños hacen desaparecer. La veo junto a mí, puedo tomarla en mis brazos, besarla, acariciarla… Es en ese instante cuando sé que está conmigo murmurándome suavemente: “te amo amor mío”. Sé que estas aquí ahora y no dejes que se pierdan mis deseos.

En este momento, sólo puedo susurrar: “hagamos el amor, como nunca antes hemos sentido tú y yo, amor perfecto y sin fronteras”. En mi delirio te quito la ropa, es solo una camisola, pero lo que llevas debajo me excita mucho más… Al mismo tiempo, cuando tú me desnudas, siento el calor que me va quemando… Lentamente, con suavidad, te llevo a recostar sobre una alfombra de lana. Nos acariciamos, nos besamos, nos comemos…. Ya que no soy consciente de mis actos, te tomo de tal manera que, gritamos de placer una y otra vez, sin dejar que ni un centímetro de tu piel se escape a mis labios. Nos amamos así, sin tiempo ni reglas, dando rienda suelta a una pasión desbordada, que nos seduce, que no permite que nada nos separe.

Es, en ese momento, cuando la razón y la conciencia me hacen regresar, despertando, para mirar como te esfumas de entre mis brazos, darme cuenta que no estás a mí lado; pero, íntimamente, en lo profundo de mi ser, sé que hemos estado juntos… al notar los rastros de humedad, que has dejado en mí.

En mi rostro se dibuja una sonrisa, al pensar que estoy mojado de ti, de sentirte tan cerca…



Endúlzame el alma cariño!
Deshazte de todo lo que se hace añicos,
Agrégame un poco de aliño,
Y juguemos como niños.

Aderézame con una pizca de amor,
A suave olor a chocolate,
Alimenta este corazón que late,
Hasta que la vida me mate.

Revuélveme delicadamente,
Con cariño y con pasión,
Aumenta la cocción,
Alimenta mi imaginación.

Hornéame con dedicación,
Saboriza mi amor,
Así como yo también,
Bato tu corazón.

Autor: mero




El sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza. (Marylin Monroe)



Tira los prejuicios junto a la cama; hoy tienes una oportunidad de demostrar que eres una mujer, además de una dama. (Joaquín Sabina)


Amante mío, estoy desnuda,
más fresca que el agua azul
para tu noche de amor.

Cada extremo de mi boca,
cada esquina de mis miembros
se apresuran como ágiles peces
hacia tus tibias aguas.

Amante mío, yo deseo la mordedura de tus dientes
y me encamino temblorosa hacia cada uno de tus dedos,
me detengo a mirar tu cuerpo a través de oscura cerradura
e incontenible deseo se posa en mis húmedos senos.

Por tí se escapa la sequedad de mi boca,
mi mirada de brújula perdida en tus rincones,
floto voluptuosa en tus profundas aguas
y me abro como flor nocturna a tu plácida noche.

Mi cuerpo, fiesta fértil y lasciva.
Paséeme solitaria, desnuda ante tu noche,
siémbrame semillas olorosas a sal.

Mírame desnuda con la hermosa sospecha
que mi vientre será fértil a tu salada lluvia.
Mi caverna, tibia y silenciosa, guarida perfecta
de tu solitario cuerpo, mi boca es suave entre tus dientes,
mi lengua, pájaro que anida en tu boca.

Por mi carne fluye sudor de hierro
y me prendo como alga marina a tu confuso mar.
Soy la obra inconclusa con infinitas posibilidades para un final.

Me entrego fácil a tus brazos,
con el misterioso encanto de un ritual.
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Orietta Lozano
(Cali, Colombia, nació en 1956)
Su obra irrumpió en el ámbito de la poesía del país hacia los años 80 con fuerza y originalidad expresivas, con la frescura renovadora de un lenguaje cargado de erotismo y misterio.




“La Gula Exótica” se llama el restaurante en que la vi por vez primera; acudía a ese lugar con cierta frecuencia para contemplar la inmensidad del océano y el azul intenso en que se convertía en el atardecer, además por que desde ahí la puesta del sol era un espectáculo único y las fumaradas de un cigarro eran asunto del viento. Estaba en ese trance que te provoca el observar con detenimiento, cuando! de repente mis ojos se toparon con una silueta de figura estilizada, era la silueta de un mujer hermosa vestida de color azul, todo en ella era perfecto, el tono de su piel, el movimiento de su cuerpo al caminar, el volumen de sus caderas, eran muy cercanos a la perfección, aunque, debo confesar con toda honestidad que al principio, no le di importancia, sin embargo, al observar con más detenimiento nuestras miradas se cruzaron y ambos quedamos extasiados de esa forma especial que trastoca tus sentidos.

Así sin mediar palabra nos levantamos como hipnotizados para detenernos en medio del recinto con las mirada fija para no perder detalles, no hubo preámbulo, porque ambos entendimos que eso era un asunto secundario, solo nos fundimos en un beso interminable de eso que te sacuden la entrañas, así permanecimos no se por cuanto tiempo, solo puedo decir que las horas transcurrieron y la noche nos cubrió con su manto, que es terreno fértil para los enamorados; y la brisa con olor a sal trajo dulces susurros, que invitaba al derroche del amor.

Cuando cerraron el lugar, salimos al exterior la brisa fresca acaricio nuestra piel, tomados de la mano contemplamos el cielo y caminamos descalzos por la playa la arena suave y cálida nos hizo estremecer al contacto con la planta de nuestros pies , porque a ambos nos produjo una sensación de excitación e infinito placer, así, entre besos prolongados y susurros llegamos a una habitación, en donde dimos rienda suelta a los instintos y la razón ya no tuvo más que hacer; desde que se abrió la puerta fueron cayendo prendas, y aquello se asemejaba un campo de batalla, y bebimos de el elixir del placer como dos náufragos, después de un tiempo en alta mar...

Y así nos poseímos desde el sofá hasta la cama, entre suspiros y gemidos de placer, que inundaron el ambiente con un olor a virilidad y dulzura femenina, que cosa más inicua mira que hacer el amor de esa manera es inusual, desde la crepúsculo hasta el amanecer, fueros tantos los orgasmos, en una entrega mas allá de toda duda, que cuando al fin despertamos del letargo, por fin pude articular una palabra, le pregunte su nombre y entre suspiros me susurro al oído “Azul como el color del mar”





Las olas rompían en la orilla de la playa, mojando levemente mis pies, la brisa soplaba humedeciendo con gotas de rocío mi piel.

La tarde caía, el cielo mostraba hermosos colores violetas azulados; pensaba en ti, deseaba tu presencia, la anhelaba. De pronto mi piel se erizó como atravesada por una fina descarga eléctrica. Sí… ese efecto tiene en mí el roce de tus dedos. Sin voltear siquiera, sabía que estabas ahí. Te acomodaste detrás de mí, mi espalda semidesnuda pegada a tu pecho, tus manos acariciaban mi pecho, bajando hasta mi vientre, tus piernas alrededor mío. Besabas mis hombros, mientras tu respiración en mi nuca me transportaba lejos de la gente.

Yo sólo podía decir entre susurros: te amo, te amo. Tu cuerpo me aprisionaba de tal manera que, me impedía volverme y buscar tus labios. Podía imaginar tu sonrisa adivinando mis deseos.
Poco a poco, la oscuridad iba ganando terreno. Tus caricias se fueron haciendo más audaces y descaradas. Jadeaba, a cada caricia tuya mis manos recorrían suavemente tus piernas. Tu mordisqueabas mis orejas, mientras decías con tu acento tan especial, con esa voz profunda y grave, que me hace estremecer: te quiero, te deseo.

Me escape de tu abrazo y corrí al agua, estaba fría, pero mi ser entero ardía por dentro, las olas acariciaban mi cuerpo; tú mirabas divertido mientras te retaba a seguirme. Entraste al agua, más por deseo de terminar lo comenzado, que por ganas de mojarte.

Me seguiste, y yo te deje atraparme. Deseaba tu cuerpo, quería tus besos, anhelaba tus caricias.

Ahí de pie, dentro del agua, frente a frente, mirándonos a los ojos, supimos que nuestro amor es de los que duran para siempre, de esos amores que no entienden razones, que no conocen fronteras, ni temen a las distancias, de esos amores sublimes que traspasan tiempo y espacio.

Nuestros labios se buscaron, ávidos de saborear la dulzura del amor. Nuestros cuerpos se juntaron, fundiéndose uno al otro, nuestras manos buscaban afanosamente los puntos exactos que nos hacen vibrar de placer. Lentamente, sin prisa, cada uno despojó al otro de las prendas que nos cubrían, dejando al descubierto la poca piel que faltaba por acariciar.

Los suspiros y jadeos se hacían cada vez más fuertes, hasta convertirse en gemidos de placer y deseo. Sin darnos cuenta estábamos en la orilla. Sólo podía pensar en la inminente entrega de nuestros cuerpos. Me recosté en la arena, tu cuerpo me cubrió, me sentía desfallecer al sentirte sobre mi, sin dejar de besarme tus hábiles manos recorrían el camino hacía mi sexo, las mías se deslizaban por tu espalda.
Sentía crecer tu virilidad a cada roce, nuestros cuerpos se amoldaron, se fundieron en una sublime conjunción de amor, deseo y placer.

El universo entero pareció estallar en una oleada orgásmica de placer. Así, sin separarnos, seguimos besándonos, acariciándonos, dejando que nuestros cuerpos continuarán hablando el lenguaje sublime del sexo con amor. Cuantas veces llegamos al clímax del placer, no lo sé, sólo sé que, mucho tiempo después, nuestros cuerpos cansados, pero satisfechos, reposaban abrazados en la arena, bañados por los rayos plateados de la luna.

Haciendo brillar en mí, las gotas de tu amor.



Tienes ante ti una copa de tequila añejo
5 años en barricas de roble blanco
Su color ámbar y traslucido a través de la copa te incitan a beberlo

Tomas la copa entre tus manos,
La llevas a tu nariz percibes un aroma dulzón.
Apreciando su rico y suave aroma a maderas y agave.

Te incitan a tomar un trago;
La agitas un poco y eso resalta más su aroma.
El tequila maximiza sus virtudes

Te coquetea e incita a tomarlo, por fin seducido por todo esto tomas un trago;
Ese primer contacto con tus papilas gustativas
Desatan en ti una sensación placentera.

El aroma se convierte en sabor.
El tequila pacientemente añejado por tiempo
Desata en ti una serie de sensaciones nunca antes vividas,
Lo paladeas, lo disfrutas, lo retienes en tu boca.

Mientras tus sentidos se exaltan al máximo, cierras tus ojos
Degustas el primer trago de tequila:
Que te deja en un éxtasis profundo
Te relajas ante lo acontecido.

Tu cuerpo reposa en el sillón
Como mariposa en la flor tomando su néctar
Preciándola copa sigue en la mesa de centro
Apenas una trago menos
Y te incita a seguir bebiendo de ella…

Enviado por: RodoXxX

La única luz en la habitación era el resplandor del ordenador ,mi mente viajo hasta el recuerdo de tus labios…..me apresure a apagar el procesador mi piel se erizo al recordar el roce de tus dedos.

Me deslice suavemente en el lecho; tus manos me atraparon, aprisionaron; mi cuerpo se estremeció al sentirte ,tu suave voz diciendo a mi oído chiquilla te esperaba me transporto al paraíso, tus suaves caricias recorriendo mi cuerpo y tu boca besando mi espalda hicieron q el mundo se eclipsara que mi ser entero reaccionara me volví hacia ti ,busque tu boca deseaba tus labios un beso de esos muy tuyos lentos suaves y profundos un beso que me vuelve loca de pasión.

Mis manos volaban sobre tu cuerpo lo recorrían palmo a palmo nuestros aromas se mezclaron nuestros alientos se fundieron en uno solo nuestros cuerpos se amoldaban en perfección agitados enredados, exaltados en una sublime expresión de amor.

La belleza de tu corazón se reflejaba en la claridad de tu mirada esa mirada q me enamoro esa mirada que me dice te amo mas allá de las fronteras...

En un arrebato de pasión te ofrecí la flor encarnada de mi amor tu la tomaste la poseíste derribaste las fronteras q delimitaban mi concepción de una entrega . Y en un vaivén cósmico, galáctico, astronómico….extraterrestre morimos y renacimos una y otra vez de nuestras cenizas.

Agotados, relajados casi dormidos dije: te amo así con mis cinco sentidos. Abrazada ti me dormí profundamente.

El astro rey brillaba su luz entraba por la ventana, desperté tu no estabas encendí el ordenador y comencé esta carta diciendo: amor hoy te soñé.



La pasión a menudo convierte en loco al más sensato de los hombres, y a menudo también hace sensatos a los más locos. (François De La Rochefoucauld)


Siempre estás conmigo
en mis noches de nostalgia
me recorres todo el cuerpo
con caricias que me dejan
un susurro en mi oído
y un beso tibio en el alma.

Te me acercas muy despacio,
y al tocarme me declaras
el amor que por mi tienes
y que guardas en mi almohada.

Tu secreto me lo dejas
tan cerquita de mi cama
para que cuando amanezca
quede tu huella en el alba.

Me cobijas con tu abrazo
hasta que el sueño me gana,
porque siempre estas conmigo
en mis noches de nostalgia.

-----------------------------------------------------------
Andrea de Caseros
Argentina
(No sé si ella es la escritora, he visto publicado en dos o tres sitios, como colaboración suya)





Mi piel tiene sonidos de ternuras vibrando cada encuentro en la penumbra...


Nace en las ingles un calor callado,
como un rumor de espuma silencioso.
Su dura mimbre el tulipán precioso
dobla sin agua, vivo y agotado.

Crece en la sangre un desasosegado,
urgente pensamiento belicoso.
La exhausta flor perdida en su reposo
rompe su sueño en la raíz mojado.

Salta la tierra y de su entraña pierde
savia, veneno y alameda verde.
Palpita, cruje, azota, empuja, estalla.

La vida hiende vida en plena vida.
Y aunque la muerte gane la partida,
todo es un campo alegre de batalla.
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Rafael Alberti
Poeta y dramaturgo español.
Nacido en el puerto de Santa María, Cádiz, en 1902 y fallecido en Madrid en 1999.



El miraba por la ventana, el silencio de la noche traía leves y lejanos ruidos de una ciudad desconocida que se abría ante sí.

Miraba, despistado… su mente estaba ocupada repasando los eventos de ese día… sus ojos se posaron en la silueta que reposaba plácidamente en el lecho.

Ella dormia entregada al sueño tranquilo de un placer satisfecho.

Soñaba… en su cuerpo quedaban aun huellas invisibles y latentes de las caricias y besos recibidos hacía unas horas.

Los rayos pálidos de la luna acariciaban aquel torso masculino desnudo, lamiendo con sus lenguas de luz aquella piel que delataba aquel encuentro largamente esperado, anhelado, añorado.

Se estremecía recordando el sabor de ese primer beso, tímido, pero cargado de una pasión guardada por largo tiempo; ésas manos que ansiosas se entrelazaron en el taxi camino al hotel.

Cerró los ojos … y su rostro dibujó una sonrisa, sintiendo una vez mas el calor de aquella piel que tantas veces imaginó… y que por fin sintió.

Cuantas noches soñó, imaginó, deseó tocarla… fundirse en ella, en el placer desnudo de su fuego abrasador, penetrar en ese santuario que durante tanto tiempo sintió inalcanzable… ni en sus sueños mas remotos alcanzó a vislumbrar la intensidad de aquella primera vez .

Jamas espero que aquel amor que se fue alimentando en la distancia llegara a concretarse en algo así… real, tangible.

Al verla esperándolo en la terminal aerea pensó… no es real… es uno mas de mis sueños…, pero bastó que ella lo mirara y le sonriera para cerciorarse de la realidad.

Se sintió renacer al recordar aquel fuego avasallador que los devoró convirtiendolos en un solo ser, en armonía vibrando y sonando en un mismo acorde, dos seres fundiéndose en uno solo y con el universo como testigo en una cadena de sensaciones y reacciones, culminando en una explosión de amor y placeres satisfechos.

Se dirigió hasta donde ella yacía… se acostó a su lado deslizándose con sumo cuidado, se acomodó… recostó la cabeza en su pecho… escuchando el suave latir de su corazón… así permaneceria en armonía con ella hasta que los rayos del sol les regalara un nuevo lienzo en el que pintar sus más intimos deseos.




El maracuyá, también llamado fruta de la pasión, es considerado un ingrediente afrodisíaco.

Al combinarlo con un buen licor y un vino dulce, obtendrás una bebida ideal para noches especiales.


INGREDIENTES:
6 Maracuyá / fruta de la pasión
60cc Grand marnier
Vino dulce








PREPARACIÓN:
1 Corta la fruta de la pasión por la mitad.
2 Retira la pulpa de cada una de las mitades obtenidas.
3 Pasa por un colador para retirar las semillas.
4 Mezcla con el grand marnier y divide la preparación en 6 copas.
5 Termina de completar cada copa con el vino dulce.
Rinde para 6 porciones.

SUGERENCIA:
- Puedes acompañar este trago con una botana de nueces y pistachos salados, unos pepino en rebanadas y jengibre.

- Si deseas utilizar pulpa de maracuyá enlatada, puedes hacerlo.
INGREDIENTES:
(Para 2 personas)
- 2 aguacates.
- 4 cucharadas de salsa rosa.
- 100g de salmón ahumado.
- 100g de gambas peladas y cocidas.
- 2 ostras frescas.
- El jugo de un limón.
- 1 cogollo de lechuga.
- 1 tomate.
- pimienta negra.


PREPARACIÓN:
- Se cortan los aguacates por la mitad.
- Se saca el hueso.
- Se vacía la pulpa y se corta en cuadritos, se reserva en bol.
- Se corta el salmón en juliana y se pone en el bol.
- Se cortan unas hojas de lechuga y también se ponen en el bol.
- Se aliña con dos cucharadas de salsa rosa y pimienta negra.
- Se coloca dentro de las cáscaras de aguacate y encima se colocan las gambas.


Con el resto de la lechuga cortada en juliana fina, se montan los platos de la siguiente manera:
- Se hace una cama con la juliana de lechuga, se colocan los dos medios aguacates encima de la lechuga.
- Se cogen las ostras se abren por la mitad y se ponen al lado de los aguacates formando una cruz con estos.
- Se sazonan con pimienta y limón.
- Con el tomate se cortan cuatro rodajas y se colocan por las orillas del plato.
- Una vez hecho esto, se aclaran las dos cucharadas de salsa rosa con unas gotas de agua y se ponen encima de las gambas.
- Listo para servir.



SUGERENCIA:
Te aconsejamos acompañar este plato con un vino blanco de calidad. Un "Blanc de Blancs" o un Viña Esmeralda serán estupendos.




"Donde quiera que estés te gustará saber, que por difícil que sea mi día triste, no echaré al olvido ni uno solo de los besos que me diste." (Joan Manuel Serrat)


Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros,
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites,
me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como un niño perdido
que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que me nutre;
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a las sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.

El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.
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Roque Dalton García
(San Salvador, 14 de mayo de 1935 - 10 de mayo de 1975)
Poeta y político revolucionario de El Salvador.




Este relato me llego, hace ya varios años, a mio mail. Confieso que en su momento no lo comprendí del todo, y que, a algunas palabras les di un sentido distinto al que, ahora sé que tienen. Un poco en joda, con mucho de verdad, queda..
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Joder, es que cada vez que lo pienso…¡si uno no va a poder ir tranquilamente al súper! Y es que tengo un serio problema…mi vida empieza a ser demasiado excitante, en el sentido más hormonal de la palabra. Y no le veo la solución…me lío, me lío y me lío y cada vez que bajo a por el postre de la cena acabo metido en mil y una historias y no puede ser…Y el problema es que no logro superarme, debería estar acostumbrado porque yo mismo trabajé en un banco, sí, sí: gente por todas partes, ajetreo, compra-venta, artículos variopintos, cajeras…¡Dios, y desde entonces, es que son mi gran obsesión! La Chari sólo me aguantó tres meses y me dejó por el capullo de Enrique, el ordenanza.., oí decir que se habían separado…(cosa rara con tanta fusión en los bancos).

Aún hoy, no consigo dominarme, cada vez que veo una cajera me pongo a cien…Esos uniformes tan conjuntaditos, esos gorros tipo cofia, la manera tan sutil como cogen los yogures y los pasan por el lector de láser…ayyy, quien fuera de danone…Te mira una, que es morena y…vaya boca…, le mantienes la mirada y parece que le dices con los ojos, hoy me cobras tú…muñeca, espérame ahí sentadita que ahora vengo con los yogures…

Y es que cada vez que entro a un súper ya sé dónde empieza la aventura: las barritas del principio que sólo giran para entrar y NO PARA SALIR, son toda una advertencia sobre el mundo tan apasionante y peligroso en el que estamos penetrando…Pasillos interminables repletos de cosas, sin más¿…¿pero, son sólo cosas? Por favor, ¡esto es el gran mercado del fetichismo, el Montecarlo de los salidos!

Díganme: ¿en qué otro lugar posible, recién llegado, se te acerca una señorita de presencia exquisita y te ofrece un minúsculo y sabrosísimo trocito de queso de Burgos? ¿Alguien sabe de otro sitio en que la tía más buena del mundo te unte un canapé de paté integral? ¿A alguno le han invitado a un chupito de Tía María según entraba a un local? No, señores…, no. Eso sólo pasa en el súper. Y acabamos de empezar la compra. Como el chupito estaba cojonudo le pides otro a Maribel, que así se llama la chica, pobre, estudia para agrónomo pero por las tardes reparte canapés…

Cuando ya vas entonado te sientes el rey del hipermercado y haces la gira de cada día, a saber: embutidos, frutas y verduras, electrónica y lácteos, siguiendo rigurosamente el ranking de preferencia que forman las chicas que atienden el mostrador y por la última de las cuales, cada vez consumes más yogures: una mulata que te corta el manchego y te mira como si el cuchillo en sus manos fuera parte de ti…

Últimamente, ando algo preocupado…, me empiezan a dar morbo las clientas, casi más que las dependientas: hoy había una con pinta de estirada, en todos los sentidos, que ha pedido 750 de York…coño, qué glamour, qué savoir-faire, si todas te sueltan lo de ¡cuarto mitá de cocío! La he seguido hasta las carnes y ha pedido carne para rosbif…de ése…, qué bien lo dice la tía, ¡qué viajada está! …ROUUSTBIIIF…

Según voy para las frutas, observo cómo un chaval compra un bonsái… ¿bonsáis en el súper? ¿a 1500 pelas? Acaban de destrozar toda la mítica milenaria sobre el bonsái que me creí en Karate Kid, además ¡si no te dejan podarlos! ¡Si son enanos de agua, que no crecen! No sé muy bien cómo se lo envolverán, pero parece muy triste que un bonsái venga desde una recóndita isla de Japón para acabar en una bolsa del Día…¡

Coño, que susto! Me han plantado una bandeja de turrón de oferta en to los morros, ¡en Febrero! La tía, que es la fea de las promociones, me cuenta que es una campaña del gobierno para vender productos de la tierra durante todo el año…uy, uy, uy…mal rollo, políticos, cardo borriquero, turrón del malo…esto me huele mal y le digo que se meta el turrón en el culo.

Dios! La del rousstbiiiff, eligiendo un melón… ¡qué espectáculo! ¡Puro sexo! ¡Y gratis! Los toca, los huele, los acaricia, los sopesa uno por uno, y cuando ha desechado la mayoría coge los dos finalistas y los coloca a modo de balanza entre sus propios pechos… ¡Aaaayy! me llevo éste…o me llevo éste…¡Y se lleva los dos! ¡Qué guarra la tía…!

Lo peor de todo son los guantecitos de plasticucho que se ponen para elegir la fruta.., no me diréis que no es una clarísima campaña del ministro ése de los turrones para promocionar también el sexo seguro….¡qué pesaditos! Para llegar a electrónica, tienes que pasar por los dulces: odio este pasillo, la gente es de lo peor; panda de rastreros, horteras, no hay día que no me encuentre uno o dos (kit-kats) abiertos y vacíos, ¿serán capullos? ¿Y los huesitos? ¡Nadie roba huesitos, coño! ¡Que están cojonudos! ¡Joder, producto español…!
Después de comerme tres, parece que tengo la tripa mejor, y es que el alcohol no me sienta bien en ayunas…

En electrónica tienen mogollón de teles, todas con el mismo canal, y cada una con un niño sentado en el suelo mirándola fijamente…ya pueden poner al mismísimo Sánchez-Dragó, que los enanos ni se me mueven…Y las mamás tan tranquilas, ¡hala!¡a sobar los melones! ¡Sin prisa, eh! Uno de los críos, un empollón con cara de salido de unos siete años se las ha ingeniado para poner el canal erótico de pago pero ¡no importa! No van a aparecer treinta madres con melones entre las tetas diciendo a los niños que no sean guarros, ¿no? Eso sí, todas con los guantes puestos, para dar ejemplo…Me siento un ratito con ellos y les explico si me preguntan sobre lo que estamos viendo…Al fondo hay un niño muy raro sentado delante de un microondas, lo mira muy interesado…, ha cogido un mando a distancia y pretende cambiar de canal…, aparece la del rouustbiiif y se lo lleva de la mano…joder, qué desilusión de hijo…ya no me gusta la pija…

Me voy a los discos, ahí suele haber quinceañeras escuchando a Santana (que se está forrando a los cincuenta el hombre), y que están buenísimas…Escucho un ratillo el último de Lo Más Ke Te Kagas 11 y me entra la marcha, claro como es viernes…, entre los chupitos, la peli porno y las tías buenas me estoy animando… sabes que te digo, ¡que paso de los yogures, me pillo una cerveza y tiro para el garito del barrio!

Me acerco a la cajera muy despacio, con el bote de birra en la mano y escrutándola de pies a cabeza…; se ha dado cuenta, sabe que la deseo, estoy seguro…La miro a los ojos y aunque al lado hay una caja vacía, espero a que pague el chaval el bonsái (se va feliz porque dice que ya sabe podarlos, que se lo han explicado en Ciencias…, gilipollas, ¡que no crecen!)

Me toca a mí, estoy ardiendo, ha sido una tarde increíble, y ahora ella, mi cajera, mi cachonda…, pienso: ¿nos vamos de marcha, mi niña? ¡Te quiero! Sin dejar de mirarme, coge el bote, lo pasa por el láser, y entreabre la boca despacito para decir, con la voz más susurrante y morbosa que he oído jamás: 69 por favor…

Y me desmayo ahí mismo, como siempre…, que no me gusta a mí por eso la cerveza ésta de oferta, coño…, es lo que tiene, vaya mierda, un día me va a dar algo…